El viernes 9 de noviembre se hizo el encendido de la Av. Bella Vista en Maracaibo, iniciando oficialmente las festividades en honor a la Virgen de la Chiquinquirá y la temporada navideña.
Ya en las radios se empiezan a escuchar las tradicionales gaitas, el CCCT empezó a colocar su decoración navideña y la gente habla menos de política.
Si bien es lugar común que se hable de que el significado de la navidad está desvirtuado, que todo es comercialización y consumismo desmedido, lo cierto es que aún sigue siendo un paréntesis en el día a día que la gente agradece para escapar un poco de la inseguridad, los apagones, las colas, la inflación, la escasez de alimentos... No es que todo esto desaparece mágicamente en esta época (ojalá fuera así) sino que estamos más pendientes de otra cosa: reencuentro con amigos y familiares, las comidas, los regalos de los niños y muchas cosas más.
Lamentablemente este año no pareciera que la navidad vaya a ser diferente a la anterior en lo que se refíere a la inseguridad por el hampa desbordada y a los accidentes productos de la imprudencia que tanto mal han traído a los hogares venezolanos. Desde acá una humilde plegaria por todos aquellos que no lograrán continuar su camino por estas causas y por sus allegados y familiares que deberán aprender a continuar sin su presencia.
Apartando un poco estos pensamientos, la empresa donde trabajo no es ajena al cambio que produce la cercanía de la navidad. El pasado jueves 8, un grupo organizó y compartió un opíparo desayuno que nos alegró la mañana y generó una buena vibra que nos acompañó durante todo el día.
Acá les dejo unas cuantas fotos.
Que esta temporada navideña nos ayude a ser cada día mejores personas y a compartir lo poco o mucho que tengamos con aquellos que no tienen.
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