miércoles, 7 de noviembre de 2012

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.





En una de esas de twitter caí en este poema escrito por Cesare Pavese, poeta italiano que terminó suicidándose como muchos otros. Este fue uno de sus últimos versos, dedicado a la mujer causante -junto a su "malestar existencial"- de su suicidio.

El twit era un link a un video de la declamación realizada por el gran Vittorio Gassman. Una pequeña joya que les comparto:



Acá, el poema original en italiano:

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Cosí li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla.

Per tutti la morte ha uno sguardo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.


Y acá les coloco la traducción que hice:

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
del amanecer a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo. Tus ojos
serán una palabra vana,
un grito enmudecido, un silencio.
Así los miras cada mañana
cuando sobre ti sola te inclinas
en el espejo. Oh amada esperanza,
aquel día también nosotros sabremos
que eres la vida y eres la nada.

Para todos la muerte tiene una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como ver en el espejo
resurgir un rostro muerto,
como escuchar un labio cerrado.
Descenderemos en la vorágine mudos.

Cesare Pavese, Verrà la morte e avrà i tuoi occhi, Einaudi, Torino, 1951.

Para conocer un poco más del poeta y de su obra, la gran Wiki:

http://es.wikipedia.org/wiki/Cesare_Pavese

En nuestra sociedad occidental, la muerte es algo de lo que no acostumbramos a hablar. Nos incomoda. Y, sin embargo, es parte de nuestro día a día y es lo único de lo que estamos seguros nos ocurrirá algún día.

¿Le tememos a la muerte en sí o a que nos sorprenda sin haber alcanzado nuestras metas? ¿Tememos abandonar irremediablemente este mundo o a la incertidumbre de lo que ocurrirá con quienes dejamos tras nosotros? Cuando veas a la muerte a los ojos... ¿estarás satisfech@ con lo vivido? Si no es así, haz los cambios necesarios para que te sientas orgulloso de la vida que tuviste. Este es un buen momento para empezar.




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